A 62 años de aquel luminoso día en el cual el vientre fecundo de doña Elena ofrendara a la Patria aquella llamarada que llevó por nombre Hugo Rafael, no podemos menos que celebrar su cumpleaños tratando siempre de ser como él, batallando de manera incansable frente a los retos cada día mayores que se le presentan a nuestra Venezuela, fortaleciéndon

Seamos como Chávez

A 62 años de aquel luminoso día en el cual el vientre fecundo de doña Elena ofrendara a la Patria aquella llamarada que llevó por nombre Hugo Rafael, no podemos menos que celebrar su cumpleaños tratando siempre de ser como él, batallando de manera incansable frente a los retos cada día mayores que se le presentan a nuestra Venezuela, fortaleciéndonos en las dificultades, combatiendo sin desmayo frente al asedio del enemigo.

Seamos como Chávez, humildes amorosos, o como él decía: “Seamos como Cristo, como Bolívar, como el Che, como Manuela Sáenz; seamos verdaderos seres humanos. Potenciemos los valores humanos, el amor humano”.

Seamos como Chávez, dignos herederos de nuestros próceres, de quienes nos liberaron del yugo del imperio español; seamos como Chávez, profundamente antiimperialistas y frente a las amenazas que se mantienen acechantes frente a la Patria, gritemos con  él: “Si yo me calllo, gritarán los pueblos de América Latina que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo, después de 500 años de coloniaje”.

Al cumplirse 62 años de aquel parto, de aquella llamarada que sigue iluminándonos, en cada uno de nuestros pasos, en nuestras cotidianidades, en nuestros pensamientos, en nuestro desempeño, en el profundo amos por nuestra Patria, nuestra Venezuela, Seamos como Chávez.

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